Categoría: INFOFOL 2013

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En las relaciones laborales de la era industrial y postindustrial era habitual una relación de trabajo, entre un empresario y un trabajador por cuenta ajena; para garantizar unas condiciones  dignas estaba la intervención de un Estado garantista del trabajador, la parte débil.

Desde hace unos decenios apareció la figura del externalizado, es decir, un antiguo trabajador de la misma empresa al que se le ofrecía la posibilidad de sustituir su relación laboral por una como autónomo dependiente, en la que junto a sus funciones en la empresa como autónomo podía dedicarse en sus ratos libres a hacer sus trabajillos en A o en B.

 

Posteriormente apareció la figura del aprendiz a través de contratos en precario en la que cobrabas lo mínimo para un trabajo a media jornada, pero trabajando jornada completa, y encima con unos cuadernillos para trabajar en tu casa la formación teórica.

La última figura es la del Becario, que sin estar asalariado, y por un sueldo mísero hace un trabajo especializado pero por una beca.

Ahora todo esto se institucionaliza por Real Decreto Ley, y así en el mundo laboral tenemos:

Esto es lo que hay tristemente, está claro que a nuestra juventud la condenan a un trabajo sin futuro, y a la fuerza laboral con experiencia a la ociosidad impuesta. Fijarse que hace poco el MEC, como otras muchas administraciones, convocó 72 plazas de becario para hacer un trabajo muy específico, plazas que debían ser de trabajadores.

Malos tiempos para la lírica, todos deberíamos ponernos aunque sea por un día en la piel de miles de trabajadores y trabajadoras que cobran 800 euros por 12 y 14 horas diarias, comprenderíamos la importancia de no seguir por este camino desregulador, o al menos sin que el Estado cubra otras necesidades básicas.....

 

 

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