La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios ha propuesto el siguiente Decálogo para acercarnos a los parámetros europeos

1. Separe lo personal de lo laboral. Intente seguir la regla de los 3 ochos: 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de tiempo libre.

2- Priorice. No todas las tareas pendientes son urgentes, y dentro de las urgencias, unas son más apremiantes que otras. Organice su tiempo en función de éstas y no devalúe el sentido de la palabra «urgente».

3- Aprenda a decir no. Le ayudará a gestionar adecuadamente el tiempo y a evitar tareas que no le corresponden dentro de la empresa.

4- Planifíquese. La planificación es la piedra angular de la gestión del tiempo. Algo tan simple como escribir un listado de tareas es extremadamente útil.

5- Sea respetuoso con su tiempo y con el de los demás. Si se ha comprometido a no extenderse más allá de un tiempo en una determinada tarea, sea escrupuloso con su cumplimiento, y exija a los demás que lo sean también.

6- Sea puntual. Es una señal de respeto hacia el tiempo de los demás que es tan importante como el suyo. Si respeta los horarios de sus citas o de comienzo de jornada estará más legitimado para salir puntualmente a su hora.

7- Evite y combata, dentro de lo posible, el «presentismo». La competitividad hace que se necesite trabajar mejor. Las empresas cada vez evalúan más a sus trabajadores de acuerdo a sus resultados. Pasar 12 horas al día en la oficina no nos ayudará a ser más valorados en el trabajo ni a ser más productivos ni más eficaces.

8- Convoque reuniones sólo cuando sea necesario. Las reuniones son una excelente herramienta para alimentar la comunicación pero a menudo se pueden sustituir por una simple conversación telefónica.

9- Organice sus reuniones para que no se extiendan más allá de lo debido. Hay que fijar no sólo hora de inicio sino también de finalización. Previamente mande a los participantes un orden del día con los puntos a tratar, y encauce el tema de la reunión si se desvía de dichos puntos.

10- Sustituya las comidas de trabajo por desayunos de trabajo. Igual de efectivos para la toma de decisiones pero mucho más breves.